La empresa sevillana GECOPRE patenta un nuevo producto que se presenta como la mejor solución integral para soportes de barandillas de vidrio al evitar la oxidación y abaratar costes.
G-Vidrio es un sistema hecho con prefabricados de hormigón que supone un ahorro del 40% sobre el sistema tradicional.
Desde la pandemia por la Covid-19, los balcones y terrazas se han convertido en una de los principales requisitos en la construcción de nuevas edificaciones. La búsqueda de la luminosidad y transparencia son otras de las principales peticiones por parte de arquitectos y constructores. Debido a ello, en los últimos años ha proliferado el uso de las barandillas de cristal, que aportan elegancia, amplitud y luz a las estancias del hogar.
Tradicionalmente, estos soportes han sido estructuras metálicas, con perfiles de aluminio, principalmente. Frente a estos, la principal ventaja que ofrece el soporte G-Vidrio es un ahorro del cuarenta por ciento en el coste, pero no es la única. Su nulo mantenimiento, la facilidad de colocación al industrializar la construcción y prescindir de la perfilería, o la resistencia a la oxidación en zonas marítimas figuran entre sus muchas virtudes competitivas.
Foto 1: Detalle de la colocación del soporte G-Vidrio
En este contexto, el soporte para barandillas G-Vidrio se presenta como el aliado perfecto para este tipo de construcciones, ya que minimiza el impacto visual haciéndolo lo más diáfano y estético posible. El diseño se integra perfectamente en ambientes modernos y permite que el vidrio se convierta en el protagonista, sin sacrificar la seguridad.
Características técnicas
La empresa sevillana Gestión Comercial de Prefabricados (GECOPRE) ha patentado este invento bajo la protección “modelo de utilidad”. G-Vidrio ha aprobado, y con nota, diversos estudios por parte de arquitectos independientes y promotoras inmobiliarias. Entre sus principales características destaca la resistencia, según ensayo, de 1,84 kn/m, lo que lo convierte en una solución constructiva ideal para viviendas al satisfacer las condiciones de seguridad descritas en el Código Técnico de la Edificación.
La idea de G-Vidrio se basa en crear un producto que permite eliminar el elemento que habitualmente se interpone entre una barandilla de vidrio y la estructura, como por ejemplo una carpintería de acero inoxidable o similar, capaz de transmitir al forjado los esfuerzos generados por las acciones sobre la barandilla. Con ello se puede diseñar este encuentro “a hueso”, sin necesidad de resolver el habitual elemento horizontal en la base de la barandilla, y su empotramiento al suelo, normalmente requerido de mantenimiento por su propensión a la corrosión.
Acabado de barandilla de cristal con soporte G-Vidrio en Residencial AYANA de Estepona (constructora ENE)
Este soporte inventado por GECOPRE resuelve la fijación del vidrio en su volumen prismático mediante una ranura en su sección, dimensionada para absorber los esfuerzos de la barandilla. Asimismo, G-Vidrio facilita el sistema de anclaje para transmitirlo directamente al forjado o losa de vuelo de balcón, según el caso.
Uso y colocación
La baranda de vidrio puede tener sección variable según las necesidades de cada caso. Normalmente, consistirá en un vidrio templado y laminado con un espesor de entre 20 mm y 16 mm (2 capas de vidrio templado de 10/8 mm cada una y entre éstas, una lámina de ionoplástico SentryGlas) según la categoría de uso que se precise en cada proyecto.
El soporte G-Vidrio se conforma para el máximo aprovechamiento de la capacidad resistente del material para recibir las acciones de la baranda y transmitirlas al forjado con cumplimiento de los correspondientes estados límite últimos y de servicio. La ranura de sujeción del vidrio se diseña para posibilitar la casuística de dimensionado e indicaciones del proyectista en cada caso, las guías se calculan con el grosor adecuado para los estados límite últimos, y absorber los esfuerzos transmitidos al cuerpo prismático del elemento.
En el dimensionado de la altura de las guías, o lo que es lo mismo, la profundidad de la ranura de sujeción, además de tener en cuenta la facilidad de montaje de la fijación del elemento de vidrio mediante el acuñado, hay que cuantificar el grado de empotramiento entre el vidrio y el soporte, que tiene una relación directa con los estados límite de utilización, en el movimiento horizontal del extremo de la barandilla por deformación elástica de las rebanadas de acuñado.
Para su colocación en el edificio la pieza dispone de huecos en la base de la ranura, que permiten su fijación mediante barras roscadas a taladro y epoxy a la estructura existente. Los huecos se dimensionan con un diámetro ajustado a la métrica obtenida por cálculo aumentándolo en la parte superior con la holgura suficiente (“avellanado”) para albergar la arandela y permitir encajar la cazoleta para mecanizar el par de apriete necesario de la tuerca del tornillo. Una vez colocado el soporte, procede encajar el vidrio en la ranura para lo cual previamente se dispondrá una banda de neopreno para repartir su apoyo y se procederá al aplomo del vidrio, que una vez replanteado se asegurará con el tensado de las cuñas de polipropileno.
En resumen, el soporte G-Vidrio no sólo representa un avance en la tecnología de barandillas de vidrio, sino que también refuerza el compromiso de la industria de la construcción por desarrollar soluciones que prioricen tanto la estética como la seguridad. Para proyectos que buscan un balance entre modernidad y funcionalidad, G-Vidrio es una opción ideal que aporta valor añadido y eleva la calidad de cualquier espacio arquitectónico.
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